Para algunas compañías, la implementación del incremento de precios parece ser una pesadilla continua. Experimentan un amplio rango de problemas desde rechazos de los clientes hasta acuerdos desfavorables que alteran las acciones de precios con los clientes.

Algunas compañías tienen una gran claridad sobre lo que hay que hacer, pero sus equipos no tienen la confianza y la capacidad para realizar un incremento de precios, así que, a medio proceso, el plan comienza a fallar. Otras compañías son víctimas de una falta de preparación y tienen que alterar o retrasar sus planes debido a amenazas no previstas y contramedidas de los clientes.

Establecer precios se considera normalmente un elemento clave del manejo de crecimiento de ingresos (MCI) y ha sido una fuente clave de crecimiento de rentabilidad para las compañías de bienes de consumo.

Tener el precio correcto para el producto correcto y poder ejecutar incrementos de precio en el momento adecuado y dentro de los parámetros de la compañía ha probado ser esencial, pero también todo un desafío para alinearse con los clientes.

El punto no es saber cuál es necesita ser el precio correcto (algo que se ha hecho más fácil calcular), sino poder planear y ejecutar el incremento del precio limpiamente, con el mínimo de interrupciones comerciales.

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